Se utiliza el término subluxación para referirse a un alineamiento incorrecto de las vértebras. Este desajuste produce una reducción de los huecos intervertebrales, también llamados forámenes, en la zona desde donde parten las raíces nerviosas, de modo que el movimiento articular queda restringido y afecta el funcionamiento de los nervios.
Muchísimas cosas. Cuando se comprimen los nervios pueden alterarse sus impulsos y esto afecta todo el cuerpo. Los órganos internos pueden recibir un abastecimiento inapropiado de nervios, lo cual afecta la comunicación apropiada. El malestar puede acabar por dar lugar a una enfermedad. Se ha establecido la relación entre estados físicos y emotivos de muchas clases y el funcionamiento inapropiado del sistema nervioso. Por ejemplo, la obstaculización de los nervios que van al estómago o a los intestinos pueden hacer que la persona sufra úlceras, diarrea o estreñimiento u otros malestares gastrointestinales. Esto puede sucederles así mismo a otros nervios. Además, cuando se desalinea la columna vertebral, todo el sistema esquelético queda sin equilibrio. Esto puede causar fatiga y extenuación.
En efecto, el cansancio, la fatiga y la extenuación son unas de las primeras señales de subluxación vertebral.
Solamente los Doctores en Quiropráctica están formados propiamente para examinar la espina dorsal para ver si hay subluxaciones vertebrales. La Quiropráctica es el único arte de curar, concebido para ubicar y corregir las subluxaciones vertebrales.
No pueden hacerlo ni los calmantes para el dolor, ni los relajantes para los músculos, ni otros medicamentos ni procedimientos médicos. Ninguna cirugía puede hacerlo. Los nervios oprimidos (subluxaciones vertebrales) no pueden desaparecer ni desaparecerán por sí solos. Cualquiera que sufra de este malestar, necesita un examen quiropráctico apropiado de la espina dorsal y un ajuste de la misma.